Contra la demencia, dieta saludable | ||||
Un estudio científico develó más evidencias de que una dieta basada en verduras y pescado reduce la probabilidad de demencia en la vejez. La investigación, publicada en la revista científica estadounidense Neurology, afirma que la llamada "dieta mediterránea" o los suplementos carotenos de largo término, actúan como defensas ante este tipo de enfermedad. Ambos contienen antioxidantes que protegen de daños al cerebro. La Sociedad del Alzheimer en Inglaterra afirma que la mayoría de personas pueden reducir el riesgo de demencia tan solo con llevar una dieta saludable. El primer estudio publicado en Neurology, indagó las dietas de más de 8.000 hombres y mujeres saludables mayores a los 65 años de edad.
Aquellos que consumían aceites omega-3, que se pueden encontrar en algunos tipos de aceites de cocina y pescado, tenían mucha menos propensión a desarrollar demencia en los siguientes cuatro años. El estudio asegura que las personas que comen pescado al menos una vez a la semana tienen un 40% de probabilidad menor de sufrir demencia, mientras que el consumo diario de frutas y verduras reduce el riesgo en un 35%. Sin embargo, el consumo de otro tipo de aceites de cocina que contienen omega-6, como el aceite de girasol, a cambio de aceites con omega-3, dobla este riesgo, según el informe. La doctora Pascale Barverger-Gateau, del Instituto Nacional Francés para la Investigación Médica y de la Salud en Burdeos, asegura que "estos resultados pueden tener implicaciones considerables para la salud pública". El segundo estudio publicado en Neurology buscó los efectos de los carotenos en individuos mayores a 18 años. Pruebas mentales Los carotenos son los químicos que le dan a las zanahorias su color, y se cree que tienen propiedades antioxidantes beneficiosas.
Durante el estudio se realizó un experimento con 4.000 voluntarios a quienes se les distribuyó pastillas con carotenos y pastillas "placebo", sin ingredientes activos. Aquellos que tomaron la píldora con los carotenos obtuvieron resultados significativamente más altos en pruebas mentales, particularmente en la "memoria verbal". Se cree que las personas con baja calificación en este tipo de pruebas tienen mayor probabilidad de desarrollar demencia en la vejez. La razón por la cual este tipo de comidas reducen los riesgos de esta enfermedad aún es poco clara. Muchos expertos indican que los antioxidantes reducen el daño acumulado a lo largo de los años en las células del cuerpo, incluidas las del cerebro. En un editorial que acompañó al estudio, la doctora Kristine Yaffe, de la Universidad de California, dice que otros estudios acerca de los suplementos carotenos han demostrado resultados contrastantes, y que el cuadro general no justifica su uso para potenciar la memoria. Un estudio incluso sugiere que el consumo de carotenos puede ser dañino a largo plazo. |
Psiquiatría Ortomolecular / Definicion:
Escuela del pensamiento teórico, la cual propone que las enfermedades psiquiátricas son debidas a anormalidades bioquímicas que resultan en un aumento de la necesidad de substancias específicas, tales como las vitaminas. El tratamiento consiste en la administración de grandes cantidades de vitaminas, oligoelementos y otras substancias.
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miércoles, noviembre 14, 2007
lunes, octubre 22, 2007
Según un estudio la acumulación de azúcar en las neuronas podría ser el origen de algunas de las enfermedades neurogenerativas
Según un estudio la acumulación de azúcar en las neuronas podría ser el origen de algunas de las enfermedades neurogenerativas
A nivel molecular las neuronas de los afectados muestran pequeños depósitos compuestos de glucosa, denominados cuerpos de Lafora, que también están presentes en células de órganos como el corazón o el hígado
Madrid, 22 octubre 2007 (mpg/Azprensa.com)
La acumulación de azúcar en las neuronas podría ser el origen de determinadas enfermedades neurodegenerativas, según sugiere un estudio dirigido por Santiago Rodríguez de Córdoba del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC en Madrid y Joan J. Guinovart del Instituto de Investigación Biomédica en Barcelona. El trabajo, publicado en la edición digital de la revista 'Nature Neuroscience', desvela las bases moleculares de la epilepsia de Lafora, una rara enfermedad neurodegenerativa irreversible que surge en la adolescencia.
Las epilepsias constituyen una de las enfermedades neurológicas más frecuentes (afectando del 1% al 3% de la población a la edad de 80 años). Dentro de las epilepsias se encuentra la Enfermedad de Lafora, una forma de epilepsia mioclónica progresiva que se presenta principalmente en los países del sur de Europa. La incidencia de esta enfermedad sobre la población es muy escasa. En España existen entre 200.000 y 400.000 personas que padecen algún tipo de epilepsia y de éstas sólo están diagnosticadas de Enfermedad de Lafora unas veinte. En todo el mundo se estima que pueden estar afectadas unas cien o doscientas personas, principalmente de los países mediterráneos: españoles, (entre 20 y 30 casos), franceses, italianos, además de indios y habitantes de países del Medio Oriente.
También existen algunos casos en Quebec (Canadá), en una colonia de descendientes de franceses, y casos aislados pero conocidos en Australia, Suecia, EE UU y Bolivia.
Esta enfermedad fue descrita en 1911 por el neurólogo español Dr. Gonzalo Rodríguez Lafora. Los primeros signos clínicos aparecen generalmente en la pubertad y la adolescencia (entre los 10 y 17 años), y en principio se manifiestan generalmente como crisis epilépticas convulsivas o crisis visuales, que suelen describirse como visión de luces o estrellas. Poco después aparecen las mioclonías (sacudidas involuntarias de los brazos y piernas).
Otras manifestaciones neurológicas que suelen padecer los enfermos en el transcurso de la enfermedad son: alteraciones de la marcha, ceguera y afectación de los músculos y de los nervios. Su evolución está marcada por una degeneración progresiva del sistema nervioso y por un deterioro de las funciones cerebrales, conduciendo a un estado de dependencia total. El enfermo se vuelve incapaz de moverse, de hablar, de alimentarse solo, etc. llegando a un estado vegetativo terminal. Los enfermos fallecen alrededor de los diez años después de la aparición de los primeros signos neurológicos.
Es una enfermedad hereditaria, transmitida de un modo recesivo, es decir que dos copias del gen responsable deben de estar presentes para que la enfermedad aparezca. Cuando los dos padres son portadores del gen, la probabilidad de que cada uno de sus hijos desarrolle la enfermedad es del 25% aunque conocemos varias familias con todos sus hijos afectados.
El rasgo característico de la enfermedad es la presencia de los llamados cuerpos de Lafora. Estos depósitos han sido descritos en cerebro, corazón , músculo, hígado, retina y piel. La anomalía responsable se sitúa a nivel de un gen que dirige la síntesis de una proteína perteneciente a la familia de las llamadas fosfatasas.
Según explica Joan Guinovart, "este doble foco de origen constituía un enigma para los investigadores, ya que se ha demostrado que la patología puede contraerse indistintamente a través de la mutación de cualquiera de los dos genes, que están en regiones cromosómicas diferentes, y sin embargo provocar los mismos síntomas".
Los síntomas a los que se refiere el investigador del IRB Barcelona son crisis epilépticas y con su progresión sacudidas involuntarias de brazos y piernas, hasta que el paciente cae en un estado vegetativo terminal aproximadamente diez años después del diagnóstico.
A nivel molecular las neuronas de los afectados muestran pequeños depósitos compuestos de glucosa, denominados cuerpos de Lafora, que también están presentes en células de órganos como el corazón o el hígado.
Los investigadores españoles han descubierto el vínculo entre las mutaciones genéticas en los genes y la formación de los cuerpos de Lafora: malina y laforina trabajan juntos para mantener inactiva una enzima que de otra forma produciría glucosa de forma descontrolada. Los investigadores consideran que la alteración de este recién mecanismo regulador de la glucosa podría explicar el origen de otras enfermedades neurodegenerativas.
AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado Saldana
Fundador y presidente.
A nivel molecular las neuronas de los afectados muestran pequeños depósitos compuestos de glucosa, denominados cuerpos de Lafora, que también están presentes en células de órganos como el corazón o el hígado
Madrid, 22 octubre 2007 (mpg/Azprensa.com)
La acumulación de azúcar en las neuronas podría ser el origen de determinadas enfermedades neurodegenerativas, según sugiere un estudio dirigido por Santiago Rodríguez de Córdoba del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC en Madrid y Joan J. Guinovart del Instituto de Investigación Biomédica en Barcelona. El trabajo, publicado en la edición digital de la revista 'Nature Neuroscience', desvela las bases moleculares de la epilepsia de Lafora, una rara enfermedad neurodegenerativa irreversible que surge en la adolescencia.
Las epilepsias constituyen una de las enfermedades neurológicas más frecuentes (afectando del 1% al 3% de la población a la edad de 80 años). Dentro de las epilepsias se encuentra la Enfermedad de Lafora, una forma de epilepsia mioclónica progresiva que se presenta principalmente en los países del sur de Europa. La incidencia de esta enfermedad sobre la población es muy escasa. En España existen entre 200.000 y 400.000 personas que padecen algún tipo de epilepsia y de éstas sólo están diagnosticadas de Enfermedad de Lafora unas veinte. En todo el mundo se estima que pueden estar afectadas unas cien o doscientas personas, principalmente de los países mediterráneos: españoles, (entre 20 y 30 casos), franceses, italianos, además de indios y habitantes de países del Medio Oriente.
También existen algunos casos en Quebec (Canadá), en una colonia de descendientes de franceses, y casos aislados pero conocidos en Australia, Suecia, EE UU y Bolivia.
Esta enfermedad fue descrita en 1911 por el neurólogo español Dr. Gonzalo Rodríguez Lafora. Los primeros signos clínicos aparecen generalmente en la pubertad y la adolescencia (entre los 10 y 17 años), y en principio se manifiestan generalmente como crisis epilépticas convulsivas o crisis visuales, que suelen describirse como visión de luces o estrellas. Poco después aparecen las mioclonías (sacudidas involuntarias de los brazos y piernas).
Otras manifestaciones neurológicas que suelen padecer los enfermos en el transcurso de la enfermedad son: alteraciones de la marcha, ceguera y afectación de los músculos y de los nervios. Su evolución está marcada por una degeneración progresiva del sistema nervioso y por un deterioro de las funciones cerebrales, conduciendo a un estado de dependencia total. El enfermo se vuelve incapaz de moverse, de hablar, de alimentarse solo, etc. llegando a un estado vegetativo terminal. Los enfermos fallecen alrededor de los diez años después de la aparición de los primeros signos neurológicos.
Es una enfermedad hereditaria, transmitida de un modo recesivo, es decir que dos copias del gen responsable deben de estar presentes para que la enfermedad aparezca. Cuando los dos padres son portadores del gen, la probabilidad de que cada uno de sus hijos desarrolle la enfermedad es del 25% aunque conocemos varias familias con todos sus hijos afectados.
El rasgo característico de la enfermedad es la presencia de los llamados cuerpos de Lafora. Estos depósitos han sido descritos en cerebro, corazón , músculo, hígado, retina y piel. La anomalía responsable se sitúa a nivel de un gen que dirige la síntesis de una proteína perteneciente a la familia de las llamadas fosfatasas.
Según explica Joan Guinovart, "este doble foco de origen constituía un enigma para los investigadores, ya que se ha demostrado que la patología puede contraerse indistintamente a través de la mutación de cualquiera de los dos genes, que están en regiones cromosómicas diferentes, y sin embargo provocar los mismos síntomas".
Los síntomas a los que se refiere el investigador del IRB Barcelona son crisis epilépticas y con su progresión sacudidas involuntarias de brazos y piernas, hasta que el paciente cae en un estado vegetativo terminal aproximadamente diez años después del diagnóstico.
A nivel molecular las neuronas de los afectados muestran pequeños depósitos compuestos de glucosa, denominados cuerpos de Lafora, que también están presentes en células de órganos como el corazón o el hígado.
Los investigadores españoles han descubierto el vínculo entre las mutaciones genéticas en los genes y la formación de los cuerpos de Lafora: malina y laforina trabajan juntos para mantener inactiva una enzima que de otra forma produciría glucosa de forma descontrolada. Los investigadores consideran que la alteración de este recién mecanismo regulador de la glucosa podría explicar el origen de otras enfermedades neurodegenerativas.
AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado Saldana
Fundador y presidente.
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PSIQUIATRIA ORTOMOLECULAR / DESCRIPCION:
PSIQUIATRIA ORTOMOLECULAR
La Psiquiatría ortomolecular es una corriente médico-psiquiátrica la cual sostiene que las enfermedades psíquicas, y los trastornos de las emociones y del comportamiento, son el producto de un desequilibrio químico en el medio celular cerebral provocado por necesidades nutricionales individuales anormalmente acrecentadas por diversos factores de la civilización industrial moderna, y no satisfechas por medio de una “dieta normal”.
Diversos factores pueden hacer que una persona tenga necesidades de nutrientes muy por encima de lo “normal”, tales como la herencia genética (polimorfismo), raza, sexo, diversas condiciones fisiológicas, la polución medioambiental, la incorporación a la dieta estándar de “alimentos artificiales” elaborados con ingredientes refinados (azucares, harinas, aceites y grasas industrializadas) y con un elevado contenido de aditivos químicos, severamente tóxicos, una excesiva carga de estrés, radiaciones, actividad física excesiva o inadecuada, problemas emocionales e insatisfacción personal, y enfermedades previas.
Si esa necesidad artificialmente incrementada de nutrientes no es satisfecha de manera adecuada y óptima, el cuerpo se enferma, y especialmente el cerebro sufre las peores consecuencias.
La psiquiatría ortomolecular fue utilizada con éxito contundente por primera vez en el tratamiento de la esquizofrenia en 1950 por los colegas y discípulos de Linus Pauling, los doctores Abraham Hoffer, Morton Walker y Humphrey Osmond, quienes administraron a los enfermos además de una dieta compuesta únicamente de alimentos naturales sin refinar, junto con complementos nutritivos con megadosis de vitamina C y vitamina B3 (niacina).
Además del éxito con la esquizofrenia, el método ortomolecular siguiendo las enseñanzas del Dr. Roger J. Williams de la Universidad de Texas, fue comprobado en diversos trastornos como el alcoholismo y la adicción a algunas drogas.
Actualmente, la psiquiatría ortomolecular prescribe además de una dieta saludable, complementos nutritivos, como megadosis (lo que algunos autores denominan optidosis) de vitaminas, minerales, oligoelementos, nutrientes accesorios, fitoquímicos antioxidantes, y algunas otras sustancias naturales.
Redactado y Publicado por: Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado Fundador y presidente de la AHANAOA A. C. (Asociación Hispano Americana de Nutriología Alternativa, Ortomolecular y Antienvejecimiento Asociación, Civil). Con sede en Seattle Washington.
http://www.psiquiatria-ortomolecular.com/
La Psiquiatría ortomolecular es una corriente médico-psiquiátrica la cual sostiene que las enfermedades psíquicas, y los trastornos de las emociones y del comportamiento, son el producto de un desequilibrio químico en el medio celular cerebral provocado por necesidades nutricionales individuales anormalmente acrecentadas por diversos factores de la civilización industrial moderna, y no satisfechas por medio de una “dieta normal”.
Diversos factores pueden hacer que una persona tenga necesidades de nutrientes muy por encima de lo “normal”, tales como la herencia genética (polimorfismo), raza, sexo, diversas condiciones fisiológicas, la polución medioambiental, la incorporación a la dieta estándar de “alimentos artificiales” elaborados con ingredientes refinados (azucares, harinas, aceites y grasas industrializadas) y con un elevado contenido de aditivos químicos, severamente tóxicos, una excesiva carga de estrés, radiaciones, actividad física excesiva o inadecuada, problemas emocionales e insatisfacción personal, y enfermedades previas.
Si esa necesidad artificialmente incrementada de nutrientes no es satisfecha de manera adecuada y óptima, el cuerpo se enferma, y especialmente el cerebro sufre las peores consecuencias.
La psiquiatría ortomolecular fue utilizada con éxito contundente por primera vez en el tratamiento de la esquizofrenia en 1950 por los colegas y discípulos de Linus Pauling, los doctores Abraham Hoffer, Morton Walker y Humphrey Osmond, quienes administraron a los enfermos además de una dieta compuesta únicamente de alimentos naturales sin refinar, junto con complementos nutritivos con megadosis de vitamina C y vitamina B3 (niacina).
Además del éxito con la esquizofrenia, el método ortomolecular siguiendo las enseñanzas del Dr. Roger J. Williams de la Universidad de Texas, fue comprobado en diversos trastornos como el alcoholismo y la adicción a algunas drogas.
Actualmente, la psiquiatría ortomolecular prescribe además de una dieta saludable, complementos nutritivos, como megadosis (lo que algunos autores denominan optidosis) de vitaminas, minerales, oligoelementos, nutrientes accesorios, fitoquímicos antioxidantes, y algunas otras sustancias naturales.
Redactado y Publicado por: Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado Fundador y presidente de la AHANAOA A. C. (Asociación Hispano Americana de Nutriología Alternativa, Ortomolecular y Antienvejecimiento Asociación, Civil). Con sede en Seattle Washington.
http://www.psiquiatria-ortomolecular.com/